En "El mundo según Bertie" de Alexander McCall Smith, la narración explora la contemplación de la existencia y la búsqueda de significado. El protagonista lidia con la idea de que la vida puede carecer de un propósito intrínseco, lo que provoca una pregunta fundamental: ¿cómo se puede hacer frente a su existencia? Esto lleva a la comprensión de que, aunque las razones de nuestro ser podrían ser esquivas, el instinto de persistir es inherente a la humanidad.
Esta realización cambia el enfoque de consultas existenciales a una vida práctica. En lugar de buscar un propósito definitivo, se alienta a las personas a pensar en mejorar sus experiencias y encontrar satisfacción en su vida diaria. La pregunta clave es cómo hacer que el tiempo en la tierra sea lo más agradable y enriquecedor posible, lo que sugiere que el cumplimiento puede cultivarse a través de elecciones y acciones conscientes.