El membrillo puede parecerse a las peras y las manzanas, pero a diferencia de sus hermanos frutales, el membrillo crudo es incomiblemente tánico y ácido. Esto significa que tienes que cocinarlos, pero la transformación es espectacular y bien vale la pena el esfuerzo.
(Quince may resemble pears and apples, but unlike their fruit brethren, raw quince are inedibly tannic and sour. This means you do have to cook them, but the transformation is dramatic, and well worth your efforts.)
Esta cita resalta la importancia de comprender la naturaleza de los ingredientes antes de usarlos. El membrillo, a diferencia de las frutas más familiares, requiere cocción para volverse sabroso, lo que demuestra que ciertos ingredientes revelan su verdadero potencial sólo mediante una preparación adecuada. Sirve como recordatorio de que la paciencia y la técnica a menudo desbloquean las mejores cualidades de aquello con lo que trabajamos, ya sea en la cocina, el arte o la vida. La transformación de algo ácido y tánico a algo dulce y aromático es una metáfora de la perseverancia y el valor del esfuerzo para lograr resultados gratificantes.