En "Dominion: el poder del hombre, el sufrimiento de los animales y el llamado a la misericordia", Matthew Scully desafía la idea de que la tradición y las prácticas habituales siempre son justificables. Sugiere que estas convenciones pueden servir como excusas convenientes para mantener el status quo, incluso cuando tales prácticas son injustas o merecedoras del cambio. Scully enfatiza la importancia de cuestionar las normas establecidas y estar abierta a la posibilidad de que haya perspectivas alternativas que puedan revelar verdades más profundas.
Scully argumenta que, si bien la mayoría de las personas pueden adherirse a las creencias tradicionales, hay casos en que las voces disidentes, a menudo etiquetadas como radicales o excéntricas, en realidad podrían ser correctas. Alienta a los lectores a considerar que, en algunos casos, es la mayoría la que está equivocada, instando a la reflexión crítica sobre los hábitos sociales y abogar por un enfoque más compasivo de los problemas, particularmente con respecto al tratamiento de los animales.
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