La cita "Lo único peor que la crueldad es la crueldad delegada" del libro de Matthew Scully "Dominion: El poder del hombre, el sufrimiento de los animales y el llamado a la misericordia" destaca una profunda preocupación moral sobre la responsabilidad que tienen los humanos en su tratamiento de los animales. Sugiere que los actos directos de crueldad son bastante malos, pero cuando las personas delegan su crueldad hacia los demás, refleja un fracaso moral más profundo. Dicha delegación a menudo ocurre en sistemas donde las personas evitan la responsabilidad personal al externalizar sus acciones a los demás, perpetuando daños sin enfrentar las consecuencias en sí.

Scully requiere conciencia y compasión con los animales, instando a la sociedad a considerar las implicaciones éticas de nuestras elecciones y comportamientos. Al enfatizar la importancia de la responsabilidad personal, alienta a los lectores a reflexionar sobre la dinámica de poder involucrada en la crueldad y el impacto que tienen en los seres vivos. En última instancia, Scully aboga por un enfoque más misericordioso, desafiándonos a enfrentar los sistemas que permiten y mantienen la crueldad, fomentando así una cultura de amabilidad y respeto por todos los seres sintientes.