En septiembre, comencé mis estudios en la Gramática School, una sorprendente institución de ladrillo rojo que encarna el estilo arquitectónico favorecido por los optimistas victorianos. Este entorno evoca un sentido del pasado, reflejando una esperanza asociada con esa época.
La escuela representaba un nuevo capítulo en mi vida, lleno de potencial y aspiraciones. Su diseño clásico no solo marcó un entorno físico para el aprendizaje, sino que también simbolizó la promesa de educación y crecimiento durante mis años de formación.
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