Cuanto más valoramos las cosas fuera de nuestro control, menos control tendremos.
(The more we value things outside our control, the less control we have.)
La cita de Epictetus enfatiza la relación entre nuestra percepción de control y el valor que asignamos a factores externos. Cuando damos una gran importancia a las cosas que no podemos controlar, inadvertidamente disminuimos nuestro sentido de control sobre nuestras vidas. Esto sugiere que al centrarse demasiado en circunstancias externas, les permitimos dictar nuestra felicidad y bienestar, lo que lleva a la frustración e impotencia.
Esta perspectiva fomenta un cambio hacia valorar lo que podemos controlar, como nuestros pensamientos, acciones y respuestas. Al hacerlo, podemos cultivar una sensación de empoderamiento y agencia, centrándonos en nuestro locus de control interno en lugar de validación externa. En última instancia, la lección es encontrar fuerza y satisfacción en nuestras propias elecciones, en lugar de la naturaleza impredecible del mundo que nos rodea.