El momento de detener una revolución es el principio, no el final.
(The time to stop a revolution is at the beginning, not the end.)
Al reconocer la importancia de abordar los problemas tempranamente, esta cita enfatiza el valor de la intervención proactiva para prevenir el caos y la destrucción en el futuro. Una vez que una revolución cobra impulso, resulta mucho más difícil gestionarla o detenerla. Esto sirve como recordatorio de que la prevención y la toma temprana de decisiones son esenciales para mantener la estabilidad, ya sea en contextos políticos, sociales u organizacionales. Actuar con prontitud puede salvar recursos, vidas y dignidad, destacando la importancia de la vigilancia y la acción oportuna.