No hay alegría sin dolor y no hay sol sin lluvia. ¡No hice esa rima a propósito, lo prometo!
(There's no joy without pain and there's no sunshine without rain. I didn't make that rhyme on purpose, I promise!)
Esta cita nos recuerda que el sufrimiento y los desafíos están inherentemente vinculados a la felicidad y el crecimiento. A veces podemos desear la perfección sin dificultades, pero sin experimentar dificultades es posible que no apreciemos plenamente los buenos momentos. Aceptar tanto la alegría como el dolor como partes del equilibrio de la vida nos permite desarrollar resiliencia y gratitud. El reconocimiento lúdico de la rima añade un tono alegre, sugiriendo que los inevitables altibajos de la vida también pueden abordarse con humor y aceptación.