Quienes disfrutan de la responsabilidad suelen conseguirla; aquellos a quienes simplemente les gusta ejercer la autoridad normalmente la pierden.
(Those who enjoy responsibility usually get it; those who merely like exercising authority usually lose it.)
Esta cita subraya una verdad fundamental sobre el liderazgo y la rendición de cuentas. Destaca que la responsabilidad genuina es a menudo un reflejo del carácter de una persona y su voluntad de asumir los deberes que conllevan la confianza y la obligación. Cuando las personas son verdaderamente responsables, reconocen la importancia de su rol, están comprometidas con sus deberes y tienden a crecer a través de sus experiencias, lo que a menudo conduce a mayores oportunidades. Por el contrario, aquellos que buscan autoridad únicamente por el poder o control que ésta otorga pueden carecer de la integridad o el compromiso necesarios para sostener tales responsabilidades. Cuando su deseo de autoridad es superficial o está impulsado por el ego, corren el riesgo de perder credibilidad e influencia una vez que su autoridad es cuestionada o abusada. Esta dinámica enfatiza que los verdaderos líderes se ganan la confianza a través de la responsabilidad y la coherencia, más que a través de la mera apariencia de poder. La responsabilidad fomenta la madurez, la rendición de cuentas y el respeto, mientras que la autoridad superficial impulsada por el ego sólo puede conducir a un poder transitorio que se desvanece una vez que surgen los desafíos o se pone a prueba la moral. La cita incita a la introspección sobre las motivaciones propias para buscar roles de liderazgo y alienta a los aspirantes a líderes a concentrarse en desarrollar un sentido genuino de responsabilidad, que en última instancia sustenta la influencia y el respeto. En un contexto social más amplio, esta idea se aplica en varios campos (desde la política y los negocios hasta el servicio comunitario) y nos recuerda que la base de cualquier autoridad creíble reside en la responsabilidad, no en el control superficial. Desarrollar una verdadera responsabilidad implica conciencia de uno mismo, conducta ética y compromiso de servicio, que son cualidades vitales para cualquiera que desee liderar de manera sostenible y honorable.
---Malcolm Forbes---