Una novela no es una alegoría, concluí. Es la experiencia, a través de nuestros propios sentidos, de otro mundo. Si no ingresa a este mundo, si no contiene la respiración al mismo tiempo que los personajes que lo pueblan, si no se involucra en lo que les sucederá, no conocerá la empatía, y la 'empatía está en el corazón de la novela. Así es como tienes que leer la ficción, inhalando la experiencia que te ofrece. Así que comienza a inspirar.
(A novel is not an allegory, I concluded. It is the experience, through our own senses, of another world. If you do not enter this world, if you do not hold your breath at the same time as the characters who populate it, if you do not get involved in what will happen to them, you will not know empathy, and the 'Empathy is at the heart of the novel. This is how you have to read fiction, inhaling the experience it offers you. So start to inspire.)
En sus memorias "Leyendo Lolita en Teherán", Azar Nafisi enfatiza que una novela trasciende la mera alegoría; Sumerge a los lectores en una realidad diferente. Comprometerse profundamente con el texto le permite a uno experimentar las emociones y situaciones de los personajes, fomentando la empatía. Nafisi argumenta que la verdadera comprensión proviene de participar activamente en la narrativa, sentirse junto a los personajes como si conteniera la respiración en anticipación de sus destinos.
Nafisi sugiere que la ficción de lectura requiere un compromiso para inhalar las experiencias ofrecidas por la narrativa. Este acto de inmersión no solo mejora el disfrute de la historia, sino que también cultiva una conexión profunda con las vidas retratadas. En última instancia, ella cree que apreciar la literatura radica en abrazar la experiencia y la emoción que transmite.