Tenemos que alejarnos del concepto de raza y color porque eso es el apartheid. No podemos poner fin al apartheid si mantenemos estos conceptos.
(We have got to move away from the concept of race and color because that is what apartheid is. We cannot end apartheid if we retain these concepts.)
Esta cita enfatiza el error fundamental de percibir las diferencias humanas principalmente a través del lente de la raza y el color. Destaca que tales clasificaciones no son meras distinciones superficiales sino que están profundamente entrelazadas con sistemas de discriminación y opresión, como el apartheid. Para desmantelar verdaderamente estos sistemas injustos, la sociedad debe reconocer la naturaleza artificial de las categorías raciales y avanzar hacia una comprensión más inclusiva de la identidad humana. El énfasis en abandonar estos conceptos subraya que la raíz de la división social radica en las construcciones prejuiciosas que defendemos. Nos anima a ver más allá del color de la piel y las etiquetas raciales, fomentando la unidad y la igualdad basadas en la humanidad compartida. Alejarnos de las distinciones raciales y de color es un desafío porque estas ideas están arraigadas en muchas estructuras históricas, sociales y culturales. Sin embargo, darse cuenta de que tales divisiones sirven para perpetuar la desigualdad es un paso vital hacia la justicia social. Al cambiar nuestra percepción y rechazar estos conceptos divisivos, la sociedad puede trabajar hacia una reconciliación genuina y la igualdad de oportunidades para todos. La cita sirve como un poderoso recordatorio de que la erradicación de la discriminación sistémica es imposible sin abordar y abandonar primero los marcos mentales e ideológicos que la sustentan. Sólo a través de este cambio de mentalidad la armonía y la justicia raciales podrán convertirse en objetivos alcanzables, ayudando a allanar el camino hacia un futuro inclusivo en el que el valor humano no esté determinado por las diferencias raciales.