Vivimos en una época en la que los moderados son tratados peor que los extremistas, siendo castigados como si fueran más fanáticos que los verdaderos fanáticos.
(We live in a time when moderates are treated worse than extremists, being punished as if they were more fanatical than the actual fanatics.)
En la sociedad actual, los moderados a menudo se enfrentan a un escrutinio y una reacción más severos que los extremistas. Este fenómeno sugiere una tendencia preocupante en la que quienes defienden puntos de vista equilibrados son tratados como si mantuvieran posturas más extremas que quienes adoptan genuinamente ideologías radicales. La idea refleja un cambio de prioridades, donde la moderación es descartada o penalizada en favor de puntos de vista más extremos.
El libro "Empire" de Orson Scott Card explora esta dinámica y destaca cómo el panorama político puede distorsionar la percepción pública. A medida que los moderados están cada vez más marginados, el discurso general se vuelve más polarizado, lo que dificulta que se produzca un diálogo razonable. El trato dado a los moderados subraya un desafío social donde las voces de la racionalidad y el equilibrio son ahogadas por el ruido del fanatismo.
