Epictetus enfatiza la importancia de la repetición y la práctica en la configuración de las opiniones de un individuo. Sugiere que la exposición constante a ciertas ideas o creencias a través de la discusión diaria y la aplicación de la vida real es crucial para formar una perspectiva bien redondeada. Esto resalta el papel de la experiencia y el entorno para influir en nuestros puntos de vista.
Esencialmente, el acto de formar una opinión no es espontáneo; Requiere una base basada en el aprendizaje continuo y el refuerzo de los conceptos. Al abogar por el valor de la reflexión y la práctica diaria, Epictetus alienta a las personas a participar más profundamente con sus creencias, haciéndolas más informadas e intencionales en sus opiniones.