La conversación revela un intercambio humorístico sobre un cóctel único favorecido por Bertin. Cuando se le preguntó sobre lo que exigía, D'Gosta se entera de que Bertin disfruta de una mezcla que combina refrescos de limón, vodka, codeína y un camarena de camareros, específicamente el sabor a la sandía. La incredulidad en la reacción de D'Agosta destaca lo absurdo y la excentricidad de tal bebida.
A pesar de la sorpresa de D'Agosta, otro personaje señala que este cóctel peculiar en realidad tiene sus orígenes en Houston, no en Louisiana como D'Agosta asumió. Esto agrega un giro interesante a la configuración, ya que sugiere que las peculiaridades y tendencias culturales pueden extenderse, desafiando los límites geográficos.