Cuando el amor de un hombre por las galas nubla su juicio moral, eso es vanidad. Cuando deja que un paladar exigente tome sus decisiones morales, eso es glotonería. Cuando atribuye la voluntad divina a sus propios caprichos, eso es orgullo. Y cuando se enoja al recordar que el sufrimiento animal que sus propias elecciones diarias podrían ayudar a evitar, eso es la cobardía moral.
(When a man's love of finery clouds his moral judgment, that is vanity. When he lets a demanding palate make his moral choices, that is gluttony. When he ascribes the divine will to his own whims, that is pride. And when he gets angry at being reminded of animal suffering that his own daily choices might help avoid, that is moral cowardice.)
En el extracto del "Dominio" de Matthew Scully, explora cómo varios vicios pueden comprometer el juicio moral. Sugiere que la vanidad surge cuando la obsesión de una persona con el lujo perjudica sus decisiones éticas, mientras que la glotonería emerge cuando alguien permite que sus preferencias de sabor dicten su moralidad. Esta conexión entre los deseos materiales y las deficiencias éticas enfatiza una reflexión más profunda sobre los valores de uno.
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