Me asustas cuando dices que no hay tiempo. No veo por qué. Los cristianos han estado esperando el inminente fin del mundo durante milenios, pero sigue sin terminar. Hasta ahora, todo bien.
(You frighten me, when you say there isn't time.I don't see why. Christians have been expecting the imminent end of the world for millennia.But it keeps not ending.So far, so good.)
La cita refleja la preocupación de un personaje por la urgencia que rodea a las predicciones del fin del mundo. El orador expresa confusión sobre por qué existe tal sensación de inmediatez, señalando la larga historia de expectativas cristianas con respecto al apocalipsis que nunca se han cumplido. Esto plantea dudas sobre la legitimidad de estas afirmaciones y el pánico que pueden infundir en la gente.
Al observar que el mundo no se ha acabado a pesar de las continuas predicciones, el personaje resalta un tema más amplio de retraso e incertidumbre. Esta perspectiva sugiere un escepticismo hacia las profecías apocalípticas, lo que lleva a los lectores a reconsiderar cómo responden a los temores sobre el futuro y si esos temores están justificados.