En su libro "Animal, vegetal, milagro", Barbara Kingsolver analiza la paradoja de la calidad de la dieta en relación con el estado económico. A medida que las sociedades se vuelven más ricas, tienden a favorecer los alimentos procesados y las bebidas azucaradas sobre las comidas frescas y caseras. Este cambio a menudo conduce a elecciones nutricionales más pobres, particularmente a medida que las poblaciones ricas se alejan de las dietas tradicionales ricas en ingredientes naturales.
Este fenómeno, conocido como la transición nutricional, destaca una tendencia preocupante en la que el mayor ingreso se correlaciona con una disminución de los hábitos alimenticios saludables. Por el contrario, aquellos en áreas menos ricas aún dependen de las comidas caseras hechas de ingredientes frescos, que muestran que una dieta de calidad es más accesible para aquellos que priorizan la cocina casera a través de alimentos de conveniencia.