La culpa católica era el tipo de culpa más destructiva porque la persona que le preocupaba no tenía un concepto real. Ni siquiera se dieron cuenta de que existía. La culpa católica fue algo que creció junto a la persona, junto con su personalidad y, en muchos sentidos, les hizo algo bueno. Sintieron la necesidad de ayudar a los menos afortunados, y sintieron la necesidad de hacer que sus hijos fueran mejores que ellos.
(Catholic guilt was the most destructive sort of guilt because the person that it concerned had no real concept of it. They didn't even realise that it existed. Catholic guilt was something that grew alongside the person, alongside their personality and, in many ways, it did them some good. They felt the need to help the less fortunate, and they felt the urge to make their children better than they were.)
La culpa católica se representa como una forma de culpa particularmente dañina porque los afectados a menudo no se dan cuenta de su existencia. Esta culpa se desarrolla con el tiempo, entrelazada con la personalidad del individuo y puede fomentar ciertos rasgos positivos. Por ejemplo, inculca un sentido de responsabilidad hacia ayudar a los demás y motiva a las personas a mejorar la vida de sus hijos.
Si bien este tipo de culpa puede conducir a comportamientos beneficiosos, también sugiere una lucha interna que la persona no reconoce conscientemente. A medida que evoluciona con el individuo, la culpa católica puede dar forma a su identidad e influir en sus decisiones, por lo que es una experiencia emocional compleja.