John Quincy Adams estaba profundamente comprometido con su causa, creyendo que el futuro de la nación dependía de su implacable lucha contra la "esclava". Su inquebrantable dedicación llevó a los votantes en Quincy a enviarlo repetidamente al Congreso, destacando su apoyo a sus esfuerzos. A pesar de las preocupaciones de Louisa por su bienestar, se encontró impotente para alterar su curso, ya que Adams estaba decidido a seguir su misión política sin cesar.
Adams surgió como una fuerza potente en la política, se comparó con un meteorito que rinde por el cielo, ilustrando su enfoque dinámico e intenso de defensa. Su persistencia y fuertes convicciones lo convirtieron en una figura prominente en el debate contra la esclavitud, encarnando una búsqueda implacable de justicia que consumió gran parte de su vida y carrera.