No soy un federalista ", declaró en 1789," porque nunca presenté todo el sistema de mis opiniones al credo de cualquier grupo de hombres ... si no pudiera ir al cielo pero con una fiesta, no iría allí en absoluto.
(I am not a Federalist," he declared in 1789, "because I never submitted the whole system of my opinions to the creed of any party of men whatever.… If I could not go to heaven but with a party, I would not go there at all.)
La cita del libro "Fundador hermanos: la generación revolucionaria" de Joseph J. Ellis refleja el fuerte individualismo y resistencia del hablante a las facciones políticas. Al afirmar que no se identifica como federalista, enfatiza su negativa a conformar sus creencias con la ideología de cualquier partido político. Su afirmación subraya un compromiso con los principios personales sobre la lealtad colectiva del partido, lo que sugiere una preferencia por la integridad y la autenticidad en el pensamiento político.
Esta perspectiva destaca la tensión entre la convicción personal y las demandas de la identidad grupal en el panorama político de la época. El hablante valora la soledad en la creencia sobre la conformidad, lo que indica que la asociación con una parte no debe anular las creencias individuales de uno. Este sentimiento resuena con las ideas fundamentales de la República Americana, donde la importancia de los derechos y pensamientos individuales se consideró crucial para una democracia saludable.