Las tensiones comenzaron cuando James Madison examinó la propuesta de Alexander Hamilton con respecto al reembolso de la deuda interna. Hamilton sugirió que todos los titulares de valores gubernamentales fueran compensados en su valor total, lo que sonaba justo. Sin embargo, muchos titulares originales, especialmente veteranos de la Guerra Revolucionaria, habían vendido sus valores por mucho menos a los especuladores, creando un dilema con respecto a la equidad y la integridad económica.
Esta situación destacó la intrincada dinámica financiera de la posguerra y la lucha entre los diferentes grupos dentro de la sociedad. El lanzamiento del plan de Hamilton provocó un debate significativo, revelando los conflictos más profundos entre los padres fundadores con respecto a la responsabilidad financiera y la distribución de la riqueza en la nueva nación.
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