No estoy seguro de cómo tantos estadounidenses llegaron a creer que solo nuestros ricos son capaces de honrar una estética de alimentos.
(I am not sure how so many Americans came to believe only our wealthy are capable of honoring a food aesthetic.)
En su libro "Animal, vegetal, milagro: un año de vida alimentaria", Barbara Kingsolver desafía la noción de que solo las personas ricas pueden apreciar o adherirse a una estética alimentaria. Ella expresa confusión sobre la creencia generalizada de que disfrutar de la comida fresca de alta calidad es exclusiva de los ricos. Kingsolver sugiere que esta mentalidad limita el acceso a opciones de alimentos nutritivos y sostenibles a unos pocos privilegiados,...