La cita refleja una admiración por los autores clásicos como Charles Dickens y George Eliot, destacando su estilo único de dirigirse directamente al lector. Este enfoque crea una conexión íntima, ya que detienen la narrativa para compartir ideas o comentarios personales, invitando al lector a participar más profundamente con el texto.
La mención de la verdadera identidad de George Eliot como mujer subraya la importancia de reconocer figuras históricas en la literatura, a menudo pasadas por alto debido a su género. El aprecio de Lasky por esta técnica literaria ilustra un cariño por los métodos de narración tradicionales que enriquecen la experiencia de lectura y fomentan un sentido de compañía entre el escritor y el público.