El narrador expresa conmoción y deleite al descubrir que alguien entiende la importancia de un "Cubby de Narnia". Este término simboliza un escape personal a la imaginación y la creatividad en lugar de una creencia literal en las tierras de fantasía. La conexión entre los personajes se profundiza cuando el narrador se da cuenta de que la otra persona comparte una apreciación por este refugio metafórico.
Este momento destaca la importancia de tener a alguien que reconoce y respeta el mundo interior de uno. Ilustra una comprensión profunda de cómo la literatura puede servir como un medio de liberación, lo que permite a las personas explorar sus pensamientos y sueños al tiempo que mantiene un control de la realidad.