Nunca entrego mi verdadero yo. Tengo cien lados y giro primero en un sentido y luego en el otro. Estoy jugando un juego profundo. Tengo varias cartas fuertes bajo la manga. Nunca he sido yo mismo, excepto con dos amigos.
(I never give my real self. I have a hundred sides, and I turn first one way and then the other. I am playing a deep game. I have a number of strong cards up my sleeve. I have never been myself, excepting to two friends.)
Esta cita revela una profunda comprensión de la naturaleza multifacética de la identidad humana. Sugiere que los individuos a menudo usan diferentes máscaras en diversas situaciones sociales, revelando sólo partes de sí mismos a la vez. La noción de jugar un juego profundo y ocultar los verdaderos sentimientos o la propia identidad resalta temas de vulnerabilidad, autoconservación y complejidad. También insinúa confianza e intimidad, ya que el hablante confía en que sólo dos amigos conocen realmente su yo auténtico. Tal introspección nos anima a considerar las máscaras que usamos y la importancia de las conexiones genuinas para revelar nuestra verdadera naturaleza.