Intento dormir lo más cerca de 10 horas cada noche, ya que dormir es la mejor forma de recuperación.
(I try to get as close to 10 hours of sleep each night, as sleep is the best form of recovery.)
Dormir lo suficiente a menudo se pasa por alto en nuestras vidas ocupadas, pero tiene un inmenso poder para restaurar tanto el cuerpo como la mente. Dar prioridad a casi 10 horas de descanso demuestra un compromiso con la salud, el rendimiento y el bienestar general. Dormir no es sólo una actividad pasiva; impulsa la recuperación física, mejora la claridad mental y estimula la función inmune. Cuando pienso en la recuperación, me doy cuenta de que dormir es posiblemente el método más eficaz y natural que tenemos para rejuvenecernos. Ayuda a consolidar recuerdos, procesar emociones y reparar daños en los tejidos. Especialmente en horarios exigentes o estilos de vida de alto rendimiento, sacrificar el sueño puede provocar una disminución de la productividad y un aumento del estrés, lo que en última instancia dificulta el progreso. Por el contrario, garantizar un descanso suficiente permite alcanzar el máximo rendimiento, creatividad y resiliencia. También subraya una actitud respetuosa hacia el propio cuerpo: escuchar sus necesidades y brindarle la base que necesita para prosperar. Incorporar un sueño abundante en las rutinas diarias puede ser un desafío, pero los beneficios a largo plazo superan con creces los inconvenientes. El descanso no es un lujo; es una necesidad para el crecimiento y el bienestar sostenibles. Hacer hincapié en la calidad del sueño debería ser un objetivo universal, ya sea que se aspire a la excelencia deportiva o simplemente a una mejor salud y estado de ánimo.