Uno de los mejores sonidos de todos (y para mí es un sonido) es el silencio total y absoluto.
(One of the greatest sounds of them all - and to me it is a sound - is utter, complete silence.)
El silencio a menudo habla más que las palabras y brinda un espacio para la reflexión, la paz y la claridad. En un mundo lleno de ruido y actividad constante, tomarse el tiempo para experimentar el silencio puro puede ser profundamente reparador. Nos permite escuchar nuestros pensamientos internos, apreciar el momento presente y encontrar consuelo en la quietud. Aceptar el silencio es un recordatorio de que, a veces, las experiencias más significativas son aquellas en las que elegimos hacer una pausa y simplemente estar.