En su libro "El conflicto no es abuso", Sarah Schulman destaca el impacto negativo de la exceso de indulgencia en el desarrollo personal. Ella argumenta que cuando los individuos se dan cuenta excesivamente, carecen de atención constructiva y se pierden enseñanzas esenciales que ayudan a adquirir habilidades sociales y vitales. Esta negligencia conduce a un fracaso en el aprendizaje de la autorregulación, lo cual es crucial para navegar en situaciones sociales de manera efectiva.
.Schulman enfatiza que esta indulgencia excesiva puede crear confusión entre los deseos y las necesidades. Cuando los deseos se atienden consistentemente sin abordar las necesidades básicas, dificulta la capacidad del individuo para distinguir entre lo que es realmente esencial y lo que simplemente se desea. Por lo tanto, el libro critica la noción de indulgencia y sus consecuencias sobre el crecimiento personal y la responsabilidad dentro de las comunidades.