El trabajo de Shelby Steele en el contenido de nuestro personaje proporciona una exploración profunda de las complejidades que rodean la victimización, particularmente en el contexto de las relaciones en blanco y negro. Articula que las personas que se identifican como víctimas a menudo tienen un sentido de superioridad moral y derecho percibido. Sin embargo, esta dependencia del estado de la víctima también crea un ciclo, donde su poder está inherentemente vinculado a su victimización, lo que dificulta la trascender esa etiqueta.
Las ideas de Steele sugieren que, si bien la política de las víctimas es influyente y puede empoderar, también atrapan a las personas en el marco de sus injusticias pasadas. Esta dinámica refuerza la noción de que las víctimas derivan su fuerza de sus experiencias de victimización, lo que puede obstaculizar el crecimiento personal y la curación social más amplia. La nación de víctimas de Charles J. Sykes elabora sobre este tema, lo que indica que las consecuencias de tal derecho pueden contribuir en última instancia al declive del carácter dentro de la sociedad estadounidense.