Los sociópatas se sienten atraídos por la política debido a la oportunidad que brinda a ser despiadada y manipular a otros sin remordimiento. El panorama político permite a las personas seguir el poder a expensas de la moral, lo que es atractivo para quienes carecen de empatía. Algunos políticos ejemplifican este rasgo diciendo mentiras significativas, mostrando un desprecio por la verdad que se alinea con el comportamiento sociopático.
Esta tendencia a engañar indica un tema más profundo dentro del ámbito político, donde la integridad a menudo se sacrifica para obtener ganancias personales. Los sociópatas, sin preocuparse por las consecuencias de sus acciones, pueden prosperar en tales entornos, perpetuando un ciclo de deshonestidad y explotación en la política.