En el libro de Joseph J. Ellis "Funding Brothers: The Revolutionary Generation", explora el panorama político tenso de los primeros Estados Unidos. Una idea clave es que confrontar directamente el poder político establecido, representado por Washington y su administración, fue visto como un movimiento imprudente que podría conducir a una rápida caída política. La era revolucionaria estuvo marcada por un delicado equilibrio de poder, y desafiar a Washington directamente dio como resultado graves consecuencias para los disidentes.
Ellis enfatiza que los fundadores eran muy conscientes de los riesgos involucrados en oponerse a Washington. Esta precaución surgió de su comprensión de la influencia de Washington y el respeto que ordenó entre la población. Como tal, muchas figuras políticas eligieron navegar sus ambiciones con cuidado, reconociendo que mantener la viabilidad política a menudo significaba evitar el conflicto directo con el venerado líder de la revolución.