El bebé se fue sin nombre durante semanas. Mamá dijo que quería estudiarlo primero, como sería sujeto de una pintura. Tuvimos muchos argumentos sobre cuál debería ser el nombre. Quería llamarla Rosita, después de la chica más bonita de mi clase, pero mamá dijo que el nombre era demasiado mexicano. Pensé que no se suponía que teníamos prejuicios, dije. Es una cuestión de precisión en el etiquetado.
(The baby went without a name for weeks. Mom said she wanted to study it first, the way she would the subject of a painting. We had a lot of arguments over what the name should be. I wanted to call her Rosita, after the prettiest girl in my class, but Mom said the name was too Mexican.I thought we weren't supposed to be prejudiced, I said.It's not being prejudiced, Mom said. It's a matter of accuracy in labeling.)
El bebé permaneció sin nombre durante varias semanas, ya que la madre expresó el deseo de observar a su hijo antes de decidir un nombre, comparándolo con estudiar un tema para una pintura. Este proceso provocó numerosos desacuerdos sobre cómo debería llamarse el niño. El narrador propuso el nombre Rosita, inspirado en un compañero de clase, pero la madre lo despidió, alegando que era demasiado mexicano.
Esto llevó a una discusión sobre prejuicios y nombres. El narrador cuestionó la postura de la madre, creyendo que no deberían albergar prejuicios. La madre aclaró su punto, afirmando que su preocupación era la precisión en el nombre en lugar de los prejuicios, destacando una tensión entre la identidad cultural y el afecto personal en el proceso de nombres.