La Revolución Islámica, como resultó, hizo más daño al Islam al usarlo como un instrumento de opresión que cualquier alienígena que haya hecho.
(The Islamic Revolution, as it turned out, did more damage to Islam by using it as an instrument of oppression than any alien ever could have done.)
Al "leer Lolita en Teherán", Azar Nafisi reflexiona sobre las secuelas de la Revolución Islámica en Irán, enfatizando que el movimiento, cuyo objetivo era defender los valores islámicos, finalmente traicionó esos ideales. En lugar de promover la justicia y la iluminación, el régimen explotó el Islam como una herramienta de opresión, causando un daño más profundo a la fe que las influencias extranjeras.
La memoria de Nafisi ilustra la lucha de las personas que se esfuerzan por proteger sus identidades intelectuales y culturales en un entorno represivo. A través de su narrativa, destaca el conflicto entre el autoritarismo y la libertad personal, lo que demuestra que el uso de la religión como instrumento gubernamental puede conducir a una profunda desilusión con sus principios.