La cita destaca un tema fundamental de las relaciones humanas, señalando que las personas a menudo pasan por alto sus similitudes compartidas. En lugar de reconocer los puntos en común, las divisiones basadas en la raza, la religión y el género tienden a eclipsar lo que conecta a las personas. Esta falta de conciencia puede conducir a la desconexión y al conflicto entre diferentes grupos.
El autor sugiere que si las personas reconocieran a su humanidad compartida, podrían fomentar un sentido de unidad y compasión. Al ver a otros como parte de una familia humana más grande, los individuos estarían más inclinados a cuidarse unos a otros, extendiendo la misma preocupación que tienen por sus seres queridos inmediatos a la comunidad en general.