En "Half Broke Horses" de Jeannette Walls, el protagonista reflexiona sobre la creencia de su madre de que las mujeres deberían permitir que los hombres asuman el trabajo para defender su masculinidad. Esta perspectiva se complica por la realidad de la situación de su familia, donde los hombres a menudo no cumplen con sus roles debido a varias razones. En consecuencia, la responsabilidad de administrar el rancho con frecuencia cae sobre sus hombros, destacando la dinámica y las expectativas de género dentro de su hogar.
A pesar de los desafíos y la abrumadora carga de trabajo, el protagonista expresa un profundo afecto por el rancho. Existe la sensación de que, en lugar de ser dueño de la propiedad, están subordinadas a ella. Esta dualidad de amor por la tierra y las cargas que impone ilustra la lucha entre la pasión personal y las implacables demandas de la vida rural. En última instancia, retrata las complejidades de los roles familiares y las realidades del trabajo duro en un rancho.