En "The Glass Castle" de Jeannette Walls, la autora reflexiona sobre su educación y las experiencias únicas que dieron forma a su perspectiva. Una cita notable revela el feroz orgullo de una madre en sus hijos, enfatizando que, mientras que algunos niños nacen prematuramente, la suya eran posmaturas. Esto sugiere que su tiempo extendido en el útero permitió un mayor desarrollo del cerebro, lo que atribuye a su inteligencia.
Este momento captura las complejidades del amor de los padres y el deseo de defender a los hijos contra las críticas. Destaca la creencia de una madre en las cualidades extraordinarias de sus hijos posmaturos, mostrando cómo percibe su potencial y capacidades, a pesar de los desafíos que pueden enfrentar. La narrativa de Walls desafía las opiniones convencionales sobre la crianza y el desarrollo del niño, enfatizando la resiliencia y la individualidad.