En primer lugar, debes ser sincero como narrador.
(First and foremost, you want to be truthful as a storyteller.)
La honestidad es la base de una narración convincente. Cuando los narradores son sinceros, su audiencia puede conectarse genuinamente y confiar en la narrativa que se presenta. La autenticidad en las historias no sólo mejora la credibilidad sino que también evoca respuestas emocionales más fuertes. Alienta a los creadores a compartir verdades sinceras en lugar de cuentos inventados, lo que lleva a una narración más impactante y memorable. Ser sincero no significa que la historia no sea imaginativa; más bien, enfatiza la integridad del mensaje transmitido, haciendo que la historia resuene más profundamente en su audiencia.