Marlys se sentó incómoda en su silla, reflexionando sobre la naturaleza del grupo que la rodeaba. Consideró que la noción de "ideas nuevas" era casi contradictoria, indicando una falta de innovación u originalidad entre los participantes. Este sentimiento sugirió que había pocas esperanzas de nuevas perspectivas o creatividad en sus discusiones.
Mientras se movía en su asiento, la incomodidad reflejaba su descontento con la dinámica del grupo. Los pensamientos de Marlys resaltaron su escepticismo sobre la posibilidad de generar un cambio o progreso significativo, enfatizando aún más sus sentimientos de frustración y el estancamiento que la rodea.