No te des ti mismo, entonces, para disparar, para que no te invierte, te amortigua; En cuanto al tiempo que me hizo. Hay una sabiduría que es desagradable; Pero hay un desgracia que es una locura. Y hay un águila Catskill en algunas almas que pueden sumergirse en las gargantas más negras, y volver a volar de ellas y volverse invisibles en los espacios soleados. E incluso si para siempre vuela dentro del desfiladero, ese desfiladero está en las montañas; de modo que incluso en su Swoop más bajo, el águila de montaña sigue siendo más alta que otras aves en la llanura, a pesar de que se elevan.
(Give not thyself up, then, to fire, lest it invert thee, deaden thee; as for the time it did me. There is a wisdom that is woe; but there is a woe that is madness. And there is a Catskill eagle in some souls that can alike dive down into the blackest gorges, and soar out of them again and become invisible in the sunny spaces. And even if he for ever flies within the gorge, that gorge is in the mountains; so that even in his lowest swoop the mountain eagle is still higher than other birds upon the plain, even though they soar.)
La cita se refleja en la lucha entre la pasión y la sabiduría, advirtiendo contra ser consumida por los deseos de uno, lo que puede conducir al entumecimiento emocional. Melville sugiere que la verdadera comprensión puede surgir del sufrimiento, pero la locura también puede derivarse del dolor. Esta dualidad muestra que si bien el sufrimiento puede proporcionar información, también puede ser abrumadora.
La referencia al Catskill Eagle simboliza la resiliencia del espíritu humano, capaz de navegar por momentos oscuros y brillantes. Incluso cuando se enfrenta a la desesperación, este águila permanece elevada por encima de lo mundano, lo que significa que la fuerza interior de uno puede trascender los desafíos temporales. Las imágenes enfatizan que la verdadera grandeza se encuentra no solo en alza sino en la capacidad de levantarse de la adversidad.