En "El atractivo poco común de las nubes", una conversación entre Jamie e Isabel revela un enfoque intrigante para controlar el dolor. Jamie cuestiona cómo uno puede medir efectivamente el dolor, a lo que Isabel responde con información. Ella sugiere que para calibrar el dolor, uno debe aprender a ignorar la incomodidad constante y de bajo nivel del mundo que nos rodea.
Esta técnica implica ajustar el dolor de fondo y centrarse únicamente en temas que pueden abordarse o aliviarse. Al filtrar las distracciones de la incomodidad generalizada, las personas pueden concentrarse en las experiencias dolorosas específicas que requieren atención, lo que permite una respuesta emocional más manejable.