En el clima sereno de los trópicos, es extremadamente agradable: el mástil de mástil; No, para un hombre meditativo soñador es encantador. Allí se encuentra, a cien pies sobre las cubiertas silenciosas, caminando a lo largo de las profundidades, como si los mástiles fueran pilotes gigantes, mientras que debajo de usted y entre sus piernas, por así decirlo, nadan los monstruos más grandes del mar, incluso cuando los barcos una vez navegaron entre las botas del famoso coloso en Old Rhodes.
(In the serene weather of the tropics it is exceedingly pleasant-the mast-head; nay, to a dreamy meditative man it is delightful. There you stand, a hundred feet above the silent decks, striding along the deep, as if the masts were gigantic stilts, while beneath you and between your legs, as it were, swim the hugest monsters of the sea, even as ships once sailed between the boots of the famous Colossus at old Rhodes.)
En la tranquila atmósfera de los Tropics, estar en el mástil de la cabeza ofrece una experiencia notablemente agradable. Para un individuo reflectante, se convierte en un momento encantador, lo que permite que uno se pare por encima de las mazos tranquilos, creando una sensación de caminar sobre los fuertes zancos hechos de mástiles. Este punto de vista proporciona una perspectiva única del mar a continuación.
Debajo de la elevada percha, el vasto océano está lleno de vida, evocando una sensación de asombro similar a las legendarias imágenes de los barcos que navegan debajo del coloso de las Rodas. La sensación de estar en ese lugar, rodeada de las grandes profundidades y misterios del océano, transforma la experiencia en algo realmente magnífico.