En "The Time Keeper" de Mitch Albom, el autor reflexiona sobre la dinámica de la vida en la escuela secundaria, enfatizando las reglas tácitas que rigen las interacciones sociales entre los estudiantes. Muchas personas derivan por sus años de secundaria sin conectarse realmente, a menudo miran a otras durante años sin siquiera una sola conversación. Este silencio subraya el juicio y las clasificaciones que provienen de compañeros, conformando comportamientos y relaciones.
La declaración destaca la cultura de adolescencia a menudo rígida y crítica, donde las percepciones definen los roles sociales. Como resultado, los estudiantes pueden sentirse presionados para cumplir con ciertos comportamientos, eligiendo el silencio sobre la interacción genuina. En última instancia, es un comentario sobre los desafíos de la comunicación y la conexión durante los años de formación, donde se pasa un veredicto de estado que muchos se sienten obligados a seguir.