Bajo órdenes del propio Kitchener, se intentó sobornar al comandante turco del asedio de Kut para que dejara ir al ejército de Townshend a cambio de un millón de libras inglesas en oro. Si a Lawrence le molestaba ser el portador de esta vergonzosa instrucción, casi sin precedentes en la historia militar británica, nunca lo reveló. Por otra parte, muy recientemente le habían dado dos recordatorios de la fanfarronería y la hipocresía de la cultura militar.
(Under orders from Kitchener himself, an attempt was to be made to bribe the Turkish commander of the Kut siege into letting Townshend's army go in return for one million English pounds' worth of gold. If Lawrence resented being the bearer of this shameful instruction, almost without precedent in British military history, he never let on. Then again, he'd very recently been given two reminders of the puffery and hypocrisy of military culture.)
En una maniobra militar inusual, Kitchener ordenó un intento de sobornar al comandante turco durante el asedio de Kut, ofreciendo un millón de libras en oro por la liberación del ejército atrapado de Townshend. Lawrence, encargado de cumplir esta controvertida orden, se sintió en conflicto por participar en un acto tan deshonroso, una medida rara vez vista en la historia militar británica. Sin embargo, ocultó su malestar y cumplió la directiva.
Esta situación puso de relieve aún más la conciencia de Lawrence de las contradicciones y ambigüedades morales dentro de la cultura militar. Ya se había enfrentado a recordatorios de la retórica inflada y el engaño que prevalecían en las fuerzas armadas, lo que se sumó a su lucha interna con las órdenes que le dieron.
