Pero ahora los periodistas llegaron a la historia con el liderazgo fijo en sus mentes; Vieron su trabajo como lo que ya sabían. No querían información tanto como evidencia de villanía. En este modo, eran abiertamente escépticos sobre su punto de vista, ya que asumieron que solo estaban siendo evasivos. Procedieron de una presunción de culpa universal, en una atmósfera de hostilidad silenciada y sospecha.
(But now reporters came to the story with the lead fixed in their minds; they saw their job as proving what they already knew. They didn't want information so much as evidence of villainy. In this mode, they were openly skeptical of your point of view, since they assumed you were just being evasive. They proceeded from a presumption of universal guilt, in an atmosphere of muted hostility and suspicion.)
En el "fuselaje" de Michael Crichton, la narrativa destaca los desafíos que enfrentan los periodistas que abordan las historias con nociones preconcebidas. En lugar de buscar la verdad o recopilar nueva información, estos periodistas están más centrados en encontrar evidencia que se alinee con sus prejuicios. Esto lleva a una situación en la que sean escépticos de cualquier punto de vista que contradice sus creencias establecidas, interpretándolas como evasivas en lugar de abiertas a la discusión.
Esta presunción crea un ambiente lleno de hostilidad y sospecha, donde la búsqueda de la verdad se vuelve secundaria a probar la culpa. Los reporteros operan bajo una suposición de que todos son culpables hasta que se demuestre inocentes, lo que socava la integridad del periodismo y las complejidades de las historias que persiguen.