No conozco ningún depositario seguro de los poderes últimos de la sociedad excepto el pueblo mismo; y si pensamos que no son lo suficientemente ilustrados para ejercer su control con sana discreción, el remedio no es quitárselo, sino informar su discreción mediante la educación. Éste es el verdadero correctivo de los abusos del poder constitucional.
(I know no safe depository of the ultimate powers of the society but the people themselves ; and if we think them not enlightened enough to exercise their control with a wholesome discretion, the remedy is not to take it from them, but to inform their discretion by education. This is the true corrective of abuses of constitutional power.)
En esta cita, Thomas Jefferson enfatiza la importancia de las personas como principales poseedores del poder dentro de una sociedad. Sostiene que si la población carece de la iluminación necesaria para gobernarse a sí misma sabiamente, la solución no es despojarla de sus derechos, sino más bien educarla. Este enfoque sugiere que fomentar la comprensión y el conocimiento entre los ciudadanos es crucial para una democracia saludable.
Jefferson cree que la educación sirve como base para un ejercicio responsable del poder, convirtiéndola en una herramienta vital para corregir cualquier abuso de la autoridad constitucional. Al promover la educación, la sociedad puede empoderar a las personas para que tomen decisiones informadas, preservando así la integridad y el equilibrio de su sistema democrático.