La verdad es que James, como muchos otros grandes escritores y artistas, había elegido sus propias lealtades y nacionalidad. Su verdadero país, su hogar, era el de la imaginación.
(The truth is that James, like many other great writers and artists, had chosen his own loyalties and nationality. His true country, his home, was that of the imagination.)
En las memorias de Azar Nafisi "Leyendo Lolita en Teherán", reflexiona sobre la esencia de la identidad personal y la creatividad. Ella sugiere que autores como Henry James priorizan sus conexiones con la imaginación sobre las identidades nacionales o culturales convencionales. Para estos escritores, su lealtad se encuentra con el reino de la creatividad más que con las fronteras geográficas.
Nafisi enfatiza que el mundo del arte y la literatura proporciona una plataforma donde los individuos pueden trascender su entorno físico. Esta noción destaca una verdad universal: que la imaginación y la expresión artística crean un profundo sentido de pertenencia que trasciende la nacionalidad, permitiendo a los artistas forjar sus propias identidades y alianzas dentro del paisaje de su trabajo.