En casi todos los westerns hay que hacer la vista gorda ante la política.
(You have to turn a blind eye to politics in nearly all Westerns.)
Esta cita destaca cómo las películas occidentales a menudo representan una visión romántica o simplificada de la vida en la frontera, descuidando con frecuencia las complejidades políticas involucradas. Sugiere que para disfrutar o preservar la narrativa mítica, los espectadores y creadores podrían ignorar conscientemente los matices políticos, como las cuestiones de justicia, moralidad y conflicto. Este enfoque puede ayudar a mantener la pureza del mito, pero también puede pasar por alto importantes reflexiones sociales inherentes a estas historias. Reconocer esta tendencia fomenta una apreciación más crítica de los westerns y sus implicaciones culturales.