Matthew reconoció que la frenología era una ciencia defectuosa, pero a medida que pasaba el tiempo, se encontró adoptando juicios similares a los de su padre. Se dio cuenta de que las personas que parecían resbaladizas parecían poseer esa calidad, haciéndolo reflexionar sobre la influencia de las creencias de los padres en sus propias perspectivas. La comprensión lo golpeó que, a pesar de descartar sus opiniones, las estaba reflejando lentamente en su propia vida.
Esta reflexión condujo a una comprensión más profunda de cómo a menudo heredamos las opiniones de nuestros padres, incluso cuando inicialmente nos consideramos por encima de tales prejuicios. Con el tiempo, el abandono de desplazamiento que una vez rechazamos puede convertirse en nuestras propias creencias, y comenzamos a ver evidencia de la sabiduría de nuestros padres en nuestras experiencias. Esto culmina en el inquietante reconocimiento de que las mismas nociones a las que nos burlamos anteriormente pueden tener la verdad.