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El perro que entró del frío
El perro que entró del frío - Citas bilingües que celebran la belleza del lenguaje y muestran expresiones significativas desde dos perspectivas únicas.
Alexander McCall Smith
Todos deberíamos ocuparnos de ser quienes somos
Alexander McCall Smith
Estaba llorando porque estaba lejos de casa, y ¿quién de nosotros nunca ha querido hacer eso? No tiene otra razón; Solo eso. Lloramos por casa, y por flores en mesas y galletas en pequeñas latas, y por la madre; Y también nos sentimos avergonzados y tontos que deberíamos estar llorando por tales cosas; Pero no debemos sentirnos así porque todos nosotros, en cierto sentido, nos hemos desviado de casa y deseamos regresar.
Alexander McCall Smith
Fue al armario donde había almacenado las posesiones restantes de Eddie. Hubo, como había recordado, un par de jeans, y los sacó y los desplegó. Estaban angustiados, pero no más que los jeans nuevos estaban en estos días, y parecían encajar. William se examinó en el espejo; Los jeans despegaron diez años, pensó, posiblemente más, y eran perfectos con el blazer. Esta era la esencia misma de informal inteligente, pensó ese concepto vago que te permitió usar cualquier cosa siempre que pareciera que al menos había hecho algún esfuerzo. Podría sostener la cabeza en cualquier compañía en un atuendo como este.
Alexander McCall Smith
Ahora que había invitado a Tilly, William se encontró tratando de recordar cómo se veía. Fue casi como ir a una cita a ciegas, pensó, algo que anteriormente nunca hubiera soñado hacer, pero ahora encontró bastante emocionante. Ciertamente era atractiva, él estaba seguro de eso, incluso si él la había visto solo una vez, y por un período muy breve.
Alexander McCall Smith
William cerró los ojos en puro éxtasis. Mira, sé que no es absolutamente ningún aviso, pero ¿por casualidad serías gratis para cenar esta noche? preguntó. De nuevo hubo un silencio. Y luego, una vez más, vinieron las palabras para impulsar cualquier corazón, incluso el de un concesionario de vinos de mediana edad, un maestro fallido del vino y una idea fallida, ¡qué idea encantadora! Sí, claro.
Alexander McCall Smith
Se había sentado allí con diez gafas colocados frente a él, y entró en pánico cuando probó el primero. Pensó que el vino era portugués, y estaba en el punto de establecer los argumentos para apoyar este punto de vista cuando se le había ocurrido que podría ser argentino. A partir de entonces, su progreso a través del examen había ido cuesta abajo. En lugar de usar la pequeña escupidora que cada candidato tenía en su escritorio, William había drenado el primer vidrio seco. La segunda muestra, una Côtes du Rhône, no encontró dificultad para identificarse. Alentado por este éxito, nuevamente se tragó todo el vaso, y cuando llegó a la sexta muestra, estaba borracho.
Alexander McCall Smith
Se puso a usar la gorra de un capitán de la Marina Mercante griega y pasó sus mañanas en el puerto deportivo diciéndole al personal qué hacer. "Claro, Capitán Eddie", respondieron. Pero nunca hicieron lo que él les pidió que hicieran, y Eddie nunca se dio cuenta. Entonces todo el mundo estaba contento.
Alexander McCall Smith
Pagaron el depósito de inmediato y parecían ser buenos inquilinos, aunque eran reacios a invitarlo a superar el umbral una vez que se habían mudado. No es necesario que entrara, un ruso corpulento que respondió a la puerta cuando respondió la puerta cuando Había llamado para ver si todo estaba bien. No hay nada malo. Todo funciona. Estamos muy felices. Adiós.
Alexander McCall Smith
Todos deberíamos ocuparnos de ser quienes somos, aunque muchos de nosotros no lo hacemos y pasamos tanto tiempo y energía como otra cosa. Intentamos ser lo que otros quieren que seamos, o lo que nosotros mismos queremos ser. Y luego de repente nos dimos cuenta de que nuestras vidas han pasado y no hemos llegado a ser quien realmente
Alexander McCall Smith
Pasaron el resto del viaje en silencio, no por la incomodidad, sino porque ninguno deseaba una conversación para romper el hechizo que el paisaje de las tierras altas en desarrollo estaba tejiendo sobre ellos. ¿Y qué comentarios se necesitaban aquí? Si uno escucha la charla de personas que miran escenas de gran belleza natural, sus palabras a menudo son reveladoras. ¿No es hermoso? es lo que se dice con mayor frecuencia; A lo que la respuesta, 'Sí, hermosa, agrega poco. Lo que está sucediendo, por supuesto, es un intercambio. Deseamos compartir la belleza como si fuera un descubrimiento; Pero uno puede compartir en silencio, y tal vez el intercambio es aún más poderoso para ello.
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